Formalizar un proyecto cultural o educativo no solo implica tener papeles en regla. Significa dar un paso hacia la legitimidad, la proyección y la sostenibilidad. Muchos artistas y gestores temen este proceso por desconocimiento, pero en realidad, es una de las decisiones más estratégicas que pueden tomar. Al constituir una figura legal —ya sea una asociación, empresa creativa, fundación o LLC— se abren puertas: acceder a financiamiento, firmar contratos, recibir donaciones, establecer alianzas y participar en convocatorias internacionales. La formalización